viernes, 6 de septiembre de 2013

Todo acaba y ya no sientes nada

No te das cuenta, cada día hablas un poquito más, no te lo planteas, simplemente dejas pasar el tiempo y disfrutas de las charlas, como si de un simple amigo se tratara. Pero llega un día que te das cuenta de que es como una pequeña adicción, que te levantas haciendo lo mismo que antes de dormirte, mirar el móvil para ver si te ha escrito, piensas en si le dices algo o no, y justo en ese momento suena, la sonrisa inmediata aparece, un buenos días que te alegra la mañana. Y en ese justo momento te das cuenta que los latidos de tu corazón te van más rápido de lo normal, como puede ser posible, eso no puede ser, eso no es normal, no, simple y rotundamente no. Entonces antes de volver a escribirle te lo piensas mucho, porque esto nunca te había pasado, piensas en si eso estará bien o mal, pero te sientes tan bien que te planteas si eso puede ser o no, esto es real, puede pasar, nadie te puede juzgar, si tu lo sientes, vívelo, no dejes que nada ni nadie te frene, ni tan siquiera tu misma te pongas los frenos, eso te repites una y otra vez, pero empiezas a bajar la velocidad y simplemente cuando te das cuenta todo esta parado, nada vuelve a ser igual, esos miedos se han apoderado del volante de tus sueños e ilusiones, han hecho que todo se desmoronase y siguiera como al principio, ya no se escuchan los latidos del corazón, van tan lentos que se puede notar la tristeza que sientes cuando todo acaba. Todo acaba y tu te quedas rota, tu mundo esta del revés y ya no sabes ni que sentir.

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