viernes, 19 de noviembre de 2010


Hoy el camino a casa fué más largo que de costumbre. Ello me permitió deleitarme con el paisaje a la vez que escuchaba música. El Sol intentaba adentrarse en las nubes, pero estas se lo impedian. Pero aún así, era como si él estuviese gritando y diciendo estoy aqui. En el trayecto hubo un momento clave. Este fué cuando llegué a lo más alto de la montaña, por un momento pensé que me podría encontrar un poco más cerca de ti, pues algo hay, que sin quererlo me comunica contigo, pero no pudo ser, las nubes, nuevamente, impedian que viese el mar, ese mar que tanto me gusta, ese mar que me quedaría contemplando horas y horas, ese mar en el que cada día se pierde el Sol y del cual sale la luna. Ahora miro la luna, esa que tímida se asoma entre las nuves, le hablo, le pido que te cuide, que te hable de mi, que te susurre sin que nadie se entere lo que yo siento por tí, porque se que la estas mirando igual que la miro yo.
Cuando estoy mal, no se porqué, pero pienso en ti, será que a la primera persona que quisera ver, abrazar, contarle mis problemas, mis angustias, mis ilusiones... esa eres tú. Se que todo esto no conduze a ningún lugar, porqué tu realidad y la mía, están muy lejos la una de la otra, pero aún asi, yo sigo aferrada a esto que me mantiene viva, esto que hace que se me accelere el corazón.

lunes, 15 de noviembre de 2010

Siguen esas mariposas en mi estómago. No se porqué razón aparecen cada dos por tres. Estos días siento la necesidad de saber de tí. No pregunto por no hacerme pesada, pero mi corazón me lo pide. Ayer cuando vi tu foto, un instante de alegría vino a mi. No descanso ni por las noche, ya que hasta en mis sueños estás presente. El sueño no fue muy bueno, pero aún asi me gustó, con lo que me dabas me conformaba, esperando que con el tiempo cambiase, solo deseando que lo de ese sueño fuese realidad. El otro día me hubiese gustado que estuvieses con nosotros, pero no pudo ser. Espero con ansias que llegue pronto ese día en que te voy a ver. Ya queda poco, pero los días me van a parecer eternos, para ello intentaré ocupar mi cabeza en otra cosa. Y si no lo logro acudiré a mi rincón de desahogo.

sábado, 6 de noviembre de 2010

I Surrender

No se como empezó, como empecé a sentir esto que hace que me falte el aire. La experiencia no me trae buenos recuerdos, todavía a día de hoy me pregunto porque me dejó de hablar, por qué, si éramos tan buenos amigos. Este miedo me persigue. Siento como si sentir algo fuese malo. Cuando tu sientes algo, no lo puedes remediar, porque sobre el corazón no se manda, pero a la vez no estas obligando a nadie a sentirlo, por lo tanto no es nada malo, o quizás me equivoco. Quizás es este sentimiento de haberla cagado tanto en el mismo tema lo que me impide hacer según que cosas, el no querer volver a caer en el mismo error.

Pero estas ganas de verte, de saber de ti, de querer tocarte, este deseo que siento de querer darte un abrazo, estas ganas de pedirte un abrazo en los momentos que estoy mal, escuchar una canción y ser tu el primero que me viene a la cabeza, pensar en mil situaciones que podríamos vivir y que para mi desgracia no ocurren… todo esto y más es parte de lo que siento y por este miedo que tengo me lo callo. Muchas veces pienso que no merece la pena sentir esto, porque se que no conduce a ninguna parte, pero es inevitable para mi, no puedo dejar de pensar en ti. Y que duro se hace el tener que callar esto, cuando en realidad me gustaría poder gritarlo a los cuatro vientos, cuando en realidad me gustaría poder estar a tu lado, pero sin embargo callo y digo que no, que como me va a pasar esto a mi, a esta mujer que siempre esta contenta, esta mujer que tira adelante con todo, esta mujer que nunca flaquea, pero en realidad cuando llego a casa y estoy sola es cuando me descargo y saco todo lo que tengo dentro.

http://www.youtube.com/watch?v=yR2Jb1Rrkw8